13/9/15

ELIMINA OLORES (2)-CUBREOLORES

Vamos a avanzar un poco más, desde un punto de vista más práctico, realmente que pasa con nuestro olor humano y nuestra ropa.

El olor humano es desagradable no ya para nosotros, especie animal que tenemos bastante "atrofiado" el sentido del olfato , pues realmente no lo necesitamos para poder subsistir hoy día más que cuando el inicio de la raza humana.

El jabalí posee miles de células receptoras de olor que le permiten distinguir aquello que huele de manera bastante precisa y la peculiar disposición de su nariz y de su olfato de manera alargada permite hacer una criba mucho más precisa que distingue perfectamente cualquier rastro humano.

Ese olor humano es proporcionalmente más peligroso cuanto más cerca estemos de nuestro animal  pero no te confíes cazador de arma de fuego, ya que tu ventaja de poder hacer tiros más largos no significa que el animal no te este oliendo.....todos sabemos lo que hace un jabalí antes de entrar a un cebadero y en una de esas vueltas puede sacarte a ti o tu rastro.

Hay que partir de la base de que el olor humano no se puede eliminar al 100%, no es lo que se pretende seamos realistas , pero si reducirlo al mínimo detectable en su composición molecular.

Esto no es una utopía, es perfectamente posible y nos va a permitir que podamos estar seguros y confiados en un puesto o treestand sin que tengamos que preocuparnos más allá de un mínimo del cambio de aire o el rastro dejado al entrar y salir del puesto. Ojo,en un mismo puesto donde hemos establecido el aire dominante, suele cambiar en otoño y primavera con la entrada de cambios de presión tan caracteristicos y hacer que estemos dándole el aire al jabali, cuando en el invierno y el verano se había estabilizado la dirección y ya la teníamos controlada.
Cuantas veces hemos repetido aquello de "un cambio de viento  y el animal me ha sacado", incluso cuando "toda la noche tenía una dirección y justo cuando ha cambiado el animal ha entrado al cebadero y me ha sacado". Son "muy listos"....no amigo cazador, no más listos que tu pero no has tomado las precauciones adecuadas en un terreno que le es favorable.

En mi caso particular me gusta colocar los puestos muy metidos en el monte, en lo más sucio y complicado, en ocasiones en zonas de descanso (sobre todo en primavera) y siempre buscando las zonas de paso del jabalí. Estas zonas son zonas muy espesas y el contacto del cazador con ramas, maleza y árboles es constante al ir y venir del puesto, y muchas veces cruzando los rastros y veredas del jabalí en la espesura desde los encames. Para ello hay que ver muy claro donde pisamos y que tocamos con las manos o con la ropa. Cualquiera que venga detrás de mi siguiéndome en mi rastro verá como me deslizo al puesto, contorneándome ante  ramas y maleza y no tocando apenas nada hasta el puesto (en ocasiones más de 400 metros) y llegar y poder sorprender al animal comiendo en el cebadero. Esto es muy gratificante.

En estas zonas de paso, el animal no va necesariamente aireando ya que las toma de manera rutinaria y es un punto a nuestro favor si jugamos nuestras cartas, ya que son zonas de confianza y que el jabalí repite en sus movimientos, pero no nos confiemos. El animal va más tranquilo y no toma tantas precauciones...es el precio de la rutina.

Nos hemos puesto el eliminador de olores al salir del coche dirección al puesto. Hemos llegado a este de la manera más rápida, hemos hecho la consiguiente parada para escuchar antes de llegar al cebadero, la charca o el punto clave  y ya hemos llegado a él. Nos subimos al aárbol escogido o permanecemos en el suelo y colgamos nuestra mochila. Enseguida nos damos cuenta de que aunque marcan 5 grados de temperatura y hace frío....hemos sudado. Bien, ese sudor es el que nos va a delatar, aunque ya este seco media hora después y esa descomposición del sudor con las bacterias de nuestra piel hacen que olamos mal.
Nosotros no disponemos de ese olfato bien entrenado del jabalí y no nos olemos pero ya hemos desencadenado el proceso de putrefacción de nuestro sudor  en el mismo momento que hemos cogido el coche en casa. De ahí la importancia del elimina olor en nuestra ropa, pues este se ha transferido a ella desde nuestro cuerpo o bien con aquello que nuestra ropa o calzado ha tocado.

En el escenario, la mochila nos delata


Estamos en el puesto, con la mochila y el arma colgada y esa chaqueta por detrás de nosotros , a mano para las horas mas frescas. Confiamos en nuestro elimina olor y hemos hechos los deberes. Pero se nos ha pasado un  detalle...esa mochila y ese arma no han sido tratados estando a nuestro lado desprendiendo los olores que han atrapado. Cierto, la mochila no suda pero nos esta delatando. la hemos guardado en el armario durante semanas  y SOLO la hemos cogido al irnos de caza. Perfecto, pero en el armario ha estado atrapando los olores de este durante bastante tiempo, también los del coche al igual que la chaqueta cuando los hemos depositado en el maletero o el asiento de atrás.
Por ello, la mochila y el arco o rifle debe ser guardados siempre en una funda aparte y que no sea porosa, sino impermeable. La mochila no solo debe ser tratada y rociada con elimina olor sino metida en una bolsa estanca.

 Truco camareibol: cuelga un cubre olores  con la esencia que escojas (pino, tierra, encina, etc...) con un imperdible en mochila y ropa que lleves cuando estés en el puesto, también puedes poner uno en el talón de cada bota o zapato para cubrir el rastro hacia el puesto y cuando te quites de él.

Cuantas veces he oído aquello de que seguimos a rajatabla las pautas sobre eliminar olores en nuestra ropa y luego cojemos la mochila del armario sin mas precauciones, o el rifle o arco en su funda que no es impermeable y si un excelente absorbedor de olores. Nuestro equipo es el segundo mayor chivato.

Son muchas las ocasiones en las que estamos en el puesto y nosotros mismos estamos oliendo ese cubre olor a pino o tierra mojada, claro pues lo tenemos a escasos 50 centímetros de nuestra nariz.

Recuerdo en una ocasión en la que un cazador me comentaba sobre la eficacia discutible de los cubre olores  y que el jabali era tan inteligente que podía distinguir que el cubreolor de pino no era natural. Ese es un error de concepto ya que la eficacia del cubre olor es la de tapar un olor mas intenso, el nuestro, no la de equipararse al del propio medio. Pensemos en la colonia que nos ponemos o en un ambientador  con nuestro limitado olfato....su olor es más fuerte que el de nuestro propio cuerpo y por ello "ya no olemos mal". Esta es la idea a grandes rasgos.

Por ello, conjunción de elimina olores en nuestra ropa, calzado, mochila y arma ya "higienizadas" le añadimos el cubre olores que tapa cualquier resto o "confunde" el que ya tiene.

Anécdotas reales para cazadores concienciados: como siempre....se aprende en el monte

Recuerdo mi concepción del elimina olor y mi paso siguiente al cubre olor. Tenía un puesto en aquel coto de Albacete, donde ya había coincidido con una piara a plena luz del día en el cebadero. Pues bien, siempre podía acercarme lo suficiente para intentar un tiro pero el ruido de mis pasos siempre me delataba.....
Lo curioso de esa piara es que siempre iba un macho pequeño, ridículo y que me hizo las de Caín y nunca me pude hacer con él. Desee mil veces que desapareciera de mi vista ya que era un bermejillo con aires de arochón........
Tenia la fija costumbre este "mil leches" de ir detrás de la piara y esperar que estos terminaran de comer para entrar a comer. Hasta ahí todo normal e incluso la seguía desde lejos dándose la situación que en ocasiones la piara no comía y el hacia lo mismo pasando dos minutos después, como si quedara descolgado siempre. Pues bien, poco a poco se hizo mayor y hacia sus incursiones el solo. Lo oía desde muy lejos romper monte pero se las ingeniaba para acercarse al comedero y sorprenderme ya "encima" de él y solo distinguía sus pasitos en la maleza siempre, pero nunca el quebrar de las ramas. Pues bien, luego se hizo mas jodido y cambió de técnica....me hacia visitas todas las noches pero dos o tres cada jornada. Se iba, luego venia, se iba otra vez y volvía a venir....pero nunca le oía respirar y siempre ya metido en el cebadero. Nunca me sopló ni hubo un sonido más alto que otro, pero yo lo veía.  Lo maldije mil veces y no me quedó mas remedio que utilizar otro cubre olor más fuerte para aquellas noches en las que yo me iba a casa y me asaltaba la duda de si el visitante había venido esa noche: la orina de zorro con la que impregnaba la suela de mis botas al quitarme del treestand e ir al coche.
Esto lo hice para ganar otro objetivo que tenía en la cabeza y que siempre me ha obsesionado: que el jabali NUNCA sepa de donde esta el cazador postrado.

Tenéis una línea completa de eliminaolores y cubreolores en www.moonhunter.es